Te escribo una manzana
para que leas al revés
el espejismo de lata
la ultima mascota.
Un pinchazo nocturno
gritos de palmas quebradas
y golpes de umbrales
que dan sentido;
que dan boca
a aquellos hambrientos labios
Morticia de laca, perfecta niña
no me mires después
no me cambies la sombra
el pretérito de un verbo que cae
que cae deprisa al lago, hoy.