sábado, 19 de noviembre de 2011

Atmósfera


Ritmos oh, como enroscados
abriéndose paso al batir
mientras cantan las dunas
con las siluetas del azul sombreado

miro el silencio,
reciproco de tu boca
el testamento de su primer abril
ya tan lejano

parvas de sombras
y gente que se desliza en el viento
masacrando con los pies el festín
en túnicas de color hueso

ritmos oh, como enarbolados
siglos sin caerse una gota
sin derramarse la savia fresca de tu nombre
por la corteza dura de mis labios

y entonces me ofrezco
a la mar toda, al cielo todo
si he de morir
sea a kilómetros de tus soles

marchita piel la mía
ahora puedo partir
al desierto mio,
a mi febril hallazgo



lunes, 31 de octubre de 2011

Nadie duerme

tan sólo se revisten las cúpulas en el viento
viento deshilachado

que viaja por los prados y trigales

hasta que entra en tu alcoba
y la vela a media luz

te exhibe como a un cordero

estás conmigo,

ambos lloramos.

viernes, 28 de octubre de 2011


“El amor verdadero es un tanto numérico, o los números son un tanto amorosos. Ambos comparten lo común de la infinitud y la pureza.”

miércoles, 6 de julio de 2011

Un biscuit para merendar

Un biscuit para merendar
llevare mi canasto de rosas
al jardín de las mandalas
darme el lujo de hibernar

Los asaltaré con flecos y borlas
soldados de plomo mirando.
Hay un ojo ciclope delante
es el placer de un otoño blanco.

Prueba las silabas del silencio
bajen por tu lengua nomeolvides
girasoles diurnos y bocados de fresias

arrimándole al tiempo
los campos minados de margaritas
dos niños sobre un corcel galopando
no van a especificar sus comillas

aquí hematoma de primate
ella es la ultima del poeta
en el renglón de hojalata
la historia vuelve hacia atrás

otro biscuit para la merienda
el sol, las nubes, la terraza
la necesidad de vivir hasta que arda
mortaja de beatos, San testigo, San.

miércoles, 18 de mayo de 2011

De cáscara y jazmines

Te escribo una manzana
para que leas al revés
el espejismo de lata
la ultima mascota.

Un pinchazo nocturno
gritos de palmas quebradas
y golpes de umbrales
que dan sentido;

que dan boca
a aquellos hambrientos labios
Morticia de laca, perfecta niña
no me mires después

no me cambies la sombra
el pretérito de un verbo que cae
que cae deprisa al lago, hoy.